¿Lo sabías? Hacer un poco de ejercicio puede ser altamente beneficioso a la hora de superar procesos gripales o resfriados. Pero con una serie de advertencias:
1. Escoge de forma adecuada la ropa para no pasar frío pero sin exageraciones. Ni salgas de running en pantalones cortos y camiseta sin mangas ni uses el abrigo más pesado de que dispongas para entrenarte. Aprovéchate de las prendas térmicas que permiten mantener el cuerpo caliente y despiden el sudor manteniendo la ropa seca. No olvides llevar ropa extra que sea sencilla de poner y quitar para adaptarte a la temperatura exterior.
2. Imita a las cebollas. Esto es la ley de la capa. Es conveniente usar varias capas en lugar de una sola a la hora de mantener el calor. Ello es recomendable tanto en temperaturas exteriores como de interior.
3. Cubre los orificios faciales. Si el aire es frío fuera, utiliza la prenda denominada 'braga', de modo que tu garganta quede altamente protegida. Además, conviene que al mismo tiempo cubra nariz y boca tratando de evitar el frío aire exterior.
4. No descuides manos y cabeza. Por el extremo norte del cuerpo se pierden más de un 50% de calor corporal, y en mayor cantidad si tu fuerte melena ha quedado relegada a un espejismo del pasado. Un gorro térmico aísla la humedad y te mantendrá caliente. Del mismo modo no olvides usar guantes, pues el frío será mucho más llevadero con las manos calientes.
5. Calienta de manera correcta antes de comenzar. Si das comienzo al deporte de exterior no fuerces tu cuerpo desde el minuto cero. Escucha las indicaciones que emite tu cuerpo, especialmente en procesos gripales o de resfriado. Comienza lentamente, y aumenta el ritmo de manera progresiva hasta un límite razonable. En ese instante es muy probable que sientas que respiras mejor y se produce una descongestión nasal. Además de dejar atrás el dolor de cabeza. Pero atención: no deber confiar pues estás bajo el influjo de las endorfinas; ¡olvida los sprints!
6. Estira en temperatura interior. cuando finalices la actividad física hay que estirar, pero olvida hacerlo en el exterior o desabrigado. Una buena idea es pegarse una buena ducha y estirar en un lugar confortable de la casa.
7. Hidrátate de especial modo. La gripe o el catarro aceleran el proceso de deshidratación, por ello es vital aumentar de manera notable la ingesta de líquidos. Te puedes valer de los sueros fisiológicos de farmacia o naturales (agua, zumo de limón, bicarbonato, miel y sal). Bebe aunque no tengas sed, de manera especial si tienes previsto realizar alguna actividad deportiva: hazlo antes, durante y después. Acuérdate también de los tés con limón, los zumos de arándanos...
8. Mejora tu alimentación. Si padeces la gripe, es probable que tu apetito haya disminuido, es normal. Pero si vas a realizar actividad física debes colmar las reservas de glucógeno con hidratos de carbono. Toma purés, sopas calientes de verduras y hortalizas. Además suma con pescados y pollo proteínas para tus músculos. ¡Pura energía para los resfriados!
9. Suma antioxidantes. Selenio, vitaminas A, C y E y zinc, aliados contra las infecciones. los encontrarás en las frutas, las verduras, los frutos secos, los aceites de presión fría y las carnes rojas.
10. Duerme bien. Lo mejor contra la gripe o el resfriado es meterse en la cama, dejando a nuestro organismo resolver sus asuntos por sí solo. Pero como no siempre es sencilla tarea, durmiendo un mínimo de 8 horas verás como el cuerpo aguanta. Además el agotamiento te ayudará a conciliar el sueño y caerás rendid@.
¿Tienes algún truco para superar el resfriado?
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