'¡Bah!, si luego voy al gimnasio y lo quemo'.Seguro que de manera consciente o inconsciente tú también lo has dicho alguna vez, aunque sea en lo más profundo de tu ser. Y cierto es que no pasa nada si un día te comes un pedazo de tarta o un buen bocadillo repleto de mahonesa. El problema aparece cuando este comportamiento se normaliza y uno comienza a comer de todo siempre bajo el pretexto de 'hacer deporte'.
¿Por qué debes cuidar tu alimentación si practicas ejercicio?
Entrenar con regularidad sin medir el aporte calórico, es algo así como entrenar con el pié torcido. Para que el objetivo marche a buen ritmo, tu cuerpo debe recibir la energía y los nutrientes precisos. Y no es lo mismo recibirlos de la fruta, la verdura, el pescado o las harinas integrales que de la bollería industrial, el bacon o las pizzas. Tu cuerpo, por mucho que lo intente, no responderá de igual modo.
Lo que comas, además de lo que duermas y el tiempo que dediques a la recuperación, forma parte de lo que se denomina como entrenamiento invisible, por lo que has de tenerlos en cuenta en el todo de tu planificación deportiva.
¿Bajar de peso es tu objetivo?
Si es así, llevar a cabo una dieta responsable, es especialmente importante. Mayoritariamente, en una dieta equilibrada, los caprichos también son posibles; pero, a la hora de reducir calorías los mencionado 'caprichos' deben verse reducidos de igual modo, sin en ningún caso, ver privado a tu cuerpo de otros nutrientes por haberte comido un curasán, por ejemplo.
Si tu dieta se nutre principalmente de calorías 'malas', ni bajarás de peso, ni rendirás de igual modo. Probablemente, se producirá un aporte calórico superior al que necesitas, pues este tipo de alimentos aportan una elevada cantidad de calorías en muy poco volumen. Y si nuestro objetivo es reducir nuestro peso, mejor optar por alimentos de muy baja densidad calórica, como las verduras o las frutas.
'Sucumbir a la tentación'
Si te has propuesto hacer dieta, bien sea con el objetivo de perder peso o de mantener el tipo, evita ciertos alimentos. Y esto no es malo, pues te da la oportunidad de disfrutar aún más.Cuando restringes ciertos 'caprichos' los conviertes en excepcionales, dotándolos de la notoriedad perdida en los hábitos rutinarios. ¿A que nos es lo mismo comerse un buen pedazo de tarta de chocolate a diario que tras dos semanas de máximo entrenamiento?
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