A menudo somos sumamente exigentes con nosotros mismos, tendiendo a compararnos con quien se encuentra en nuestro punto de mira, sin importarnos algunas de las virtudes que repetidamente escuchamos sobre nuestra persona.
Así, y minuciosamente, buscamos las evidencias que ponen de relieve que no somos nada, los motivos por los que nos merecemos no ser amados, o los hechos que ponen de manifiesto la certeza de que no estamos viviendo al cien por ciento. La presión social no engulle dentro del "montón" haciéndonos sentir "solterones" a cierta edad, fracasados si no hemos obtenido pingües beneficios económicos por nuestra actividad profesional, "raros" si no nos involucramos en un amplio círculo social o no actuamos sobre los cánones establecidos.
Y en mitad del desierto de dicha presión, preterimos todas y cada una de las virtudes que poseemos, hasta el momento en el que encontramos un estanque nos asentamos en el fracaso psicológico de la rutina. Y es a esta pelea a la que hacemos frente junto a muchos de nuestros socios, tratando de hacerles recordar lo mucho que valen, sin atender, de manera responsable, a las oposiciones con las que lidia.
Es entonces cuando abrimos los ojos a preguntas que cuestionan la imagen que los demás tienen sobre sí mismos: ¿se sentirán completamente a gusto en traje de baño? o ¿no sentirá complejo de reír a boca abierta con los dientes que tiene?...
Así, una y otra vez batallamos para que estos pensamientos no nos ganen, pero al ser inexorablemente personas, en determinadas ocasiones la batalla está perdida. Mientras, y en el sendero de la guerra continua, hay una serie de hechos que nos gusta recordar cuando no somos demasiado benevolentes con nosotros mismos.
1. CON QUIEN TE COMPRARAS HACE LO PROPIO CON OTROS.
Todos lo hacemos y quien dice tener todo no lo tiene. Cuando sustituyes la mirada de compasión y/o comprensión remplazando la de celos o juicio, es más fácil hallar las virtudes humanas de los demás. Entenderás que nuestros problemas son bastante similares a los de los demás.
Todos lo hacemos y quien dice tener todo no lo tiene. Cuando sustituyes la mirada de compasión y/o comprensión remplazando la de celos o juicio, es más fácil hallar las virtudes humanas de los demás. Entenderás que nuestros problemas son bastante similares a los de los demás.
Aquello de "no creas todo lo que piensas" altera de manera cruel y vengativa lo que se pasa por nuestra cabeza. Y es que los pensamientos, son únicamente eso, pensamientos. Desprecia los negativos y asume que puede tratarse de una gran mentira. ¡No te los creas!
3. TIENES MÁS COSAS BUENAS QUE MALAS.
Y así será hasta que te mueras. Al igual que tendemos a exagerar nuestros defectos, hemos de ayudarnos a recordar que, del mismo modo, podemos encontrar infinidad de cosas buenas que nos gustan de nosotros mismos. Estar vivos nos da la oportunidad de trazarnos nuevas metas... ¡aprovéchalo!
En estados de desilusión o enfado, es más difícil aceptar el amor de los demás; pero, asumir la realidad modifica la perspectiva de los hechos y puede que te des cuenta que el cariño es lo mejor que quizá te suceda en momentos bajos.
No puedes llenarte de plena felicidad avanzando escalones sin mostrar aprecio, comprensión y aceptación hacia lo que ha quedado atrás. Disfruta del lugar donde te encuentras ahora y el camino hacia lo nuevo será altamente satisfactorio, gratificante y tranquilo.
Mira lo lejos que has llegado en lugar de asimilar cuánto te falta para lograrlo. Evitarás mostrar odio hacia tí mismo, haciéndonos sentir inferiores e inútiles. Entender el esfuerzo de haber estado en el ruedo y haber salido victorioso es un paso gigante, sin importarnos en cuántas ocasiones hayamos fallado. ¡Nada de ser duros con nosotros mismos por caer!
7. RECORDARTE LO FRACASADO QUE ERES NO ALLANARÁ EL CAMINO AL ÉXITO.
Ni pensar en lo fracasado que eres, ni recordar tu rutinaria vida... Ninguno de esos pensamientos van a elevar tu autoestima. Quiérete a ti mismo sabiendo en qué punto estás y cuál es el objetivo a que tienes en mente. Cada vez que recuerdes la meta, tu autoestima subirá por las nubes.
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