Durante la práctica de ejercicio el control de la respiración es clave. Eso ya lo sabíais. Así, respirar de manera agitada o de forma contenida provoca reacciones adversas. Inhalar de manera incorrecta, desaprovechando el correcto comportamiento pulmonar, repercute de manera adversa en el rendimiento deportivo.
La Asociación Americana del Corazón lo tiene claro: mediante la respiración es posible controlar la intensidad del rendimiento deportivo. Por ello, durante el transcurso de la misma, es imprescindible que llegue la mayor cantidad de oxígeno posible a los pulmones, de manera que descienda el cansancio y aumente el rendimiento.
Respiración profunda y calmada.
En el momento de llevar a cabo prácticas deportivas de carácter aeróbico, como la natación, el trote o el pedaleo, es cuando surgen las mayores dificultades respiratorias; El control entonces es vital. Éste debe ser reposado, calmado y profundo, con ritmos continuos de exhalación e inhalación, sin forzar en demasía la involucración de los músculos responsables: diafragma, escalenos, intercostales internos, trapecio y pectoral. Además, se debe prestar especial atención a la frecuencia; en caso contrario, será necesario realizar paradas para respirar durante algunos minutos.
La sincronización resulta ideal; por ejemplo, con las brazadas o las zancadas en el caso de la natación. De este modo se logra que la respiración funcione con carácter automático y de manera continua estableciendo una relajada regularidad, que proporcionará al organismo la cantidad suficiente de oxígeno. Este sistema de carácter regulado, permite mantener el ritmo y no llevar a cabo cambios bruscos, lo que restaría energía y repercutiría nocivamente en el rendimiento deportivo.
Exhalar de manera sosegada por la boca y hacer lo propio mediante la nariz, en el momento de la inhalación, es la técnica correcta durante el ejercicio aeróbico.
Especial atención durante el esfuerzo.
De manera general, es recomendable en el momento del esfuerzo, inhalar y exhalar en los periodos de descanso; por ejemplo, en la práctica de abdominales, exhalar en el momento de subir el tronco e inhalar en el de bajada. Durante el proceso de alzamiento corporal, contener la respiración puede resultar peligroso, de manera especial para las personas que padecen alta presión. Por ello, es importante mantener la respiración de manera controlada y descansar en el momento preciso.
La respiración en reposo.
En el momento de reposo, la respiración se torna igual de importante que en el de ejercicio. Bien sea en periodos de reposo entre unos ejercicios y otros, o en el momento de la finalización deportiva. La respiración controlada en el momento de reposo permite la relajación y la recuperación de oxígeno.
Pero… ¿cómo saber si estamos manejando bien la respiración?
Si durante la práctica de la actividad deportiva la persona tiene capacidad oratoria y puede hablar, indica que lo está haciendo bien. Si por el contrario, debe parar para hablar, lo hace con dificultad y de manera agitada, es momento de regular la intensidad del ejercicio.
La respiración marca la diferencia en cuanto al desempeño y rendimiento deportivo y es fundamental estar consciente y prestarle atención a la misma durante el ejercicio; esto puede realmente marcar la diferencia en cuanto a los resultados. ¿List@ para mejorar el rendimiento aeróbico?
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