Deporte vs. adolescencia, ¿todos los deportes son buenos?


En la escuela o centros educativos, se señalan diferentes prácticas deportivas, de forma estructurada para que los adolescentes comiencen a determinar según sus aptitudes y cualidades por cual priorizan, con el objetivo de ejercerlo o practicarlo de modo profesional. 

Del mismo modo, realiza de manera objetiva una mejora notable de la salud en general y el cuidado personal del adolescente. Quien realiza actividad física, encuentra un especial desarrollo físico, un mejor crecimiento intelectual y psicológico y encuentra destacadas habilidades para el aprendizaje, obteniendo una madura independencia y el reconocimiento como líder entre el grupo. Así, disminuyen las conductas delictivas y las situaciones de carácter violento, alcanzando una destacada interacción con su entorno social. 

El deporte en la adolescencia, argumenta de manera sólida la espiral de la formación en general, habiendo de ser de carácter obligatorio en el conjunto de los alumnos. El deporte les forma como personas adultas y capacitadas para desenvolverse en aptitudes y razonamientos de carácter teórico igual para todos. 

Pero atención: el ejercicio físico en el periodo escolar sólo funciona en quienes deciden realizarlo de manera voluntaria. 

Su práctica pretende el progreso individual del individuo para que crezca en las diferentes modalidades sensoriales, y es por ello por lo que debemos tratar de que el adolescente realice la totalidad de las actividades para las que pueda estar capacitad@ y ejerza maestría. Será en ese momento cuando pueda poner en práctica los conocimientos adquiridos a través del deporte de una manera conjunta, individual y social. 

Desde el comienzo de los tiempos la relación entre deporte y la educación física en edades escolares ha nacido marcada por el rechazo. Se trata de conceptos diferentes del ejercicio físico que los jóvenes perciben y así asimilan. Es por ello, por lo que debemos establecer una diferencia entre ambos términos, a pesar de su inexorable relación de continuidad. La actividad física concreta permite la puesta en práctica de la formación adquirida en la educación física. 

A lo largo del tiempo la autoestima y el autoconcepto han sido entendidos como medidores de la ventura psicológica e intercesores de la conducta. Y es por ello que son percibidos con características deseables que asistan, en edad escolar, la consecución y el logro de objetivos de carácter académico o social: sensación de satisfacción. La adolescencia es clave como momento de la vida y especialmente en el desarrollo del autoconcepto. Los jóvenes comienzan a incorporarse en diferentes áreas sociales que le producen notables cambios cognitivos responsables de su propio desarrollo. Como adolescente ha de evaluar diferentes niveles de competencia o de adecuación siendo el ejercicio físico quien más aporta al correcto progreso de dichos elementos. 

Al contrario de lo que sucedía en el pasado, donde prácticamente se despreciaba el deporte por considerarlo nocivo respecto al desarrollo intelectual, es hoy cuando ha logrado un especial reconocimiento entre padres y tutores. 

A día de hoy, la especialización del adolescente se basa en la competición de carácter deportivo que impone la especialización en edades tempranas. Si bien, en este punto, la controversia surge en el tipo de deporte que se considera adecuado y hasta dónde pueden llegar los entrenamientos sin desfavorecer el equilibrio tanto psicológico como mental de los jóvenes

Pero... ¿existen deportes no aconsejables?

Innumerables factores pueden decidir la elección de una determinada actividad física, en base a preferencias personales. Siendo de mayor impacto los que mayor presencia tienen en los medios de comunicación. Es entonces cuando la duda surge a padres y educadores. Y es que modas y conveniencias no siempre van de la mano. 

De modo orientativo elaboramos un listado deportivo que médicos especializados admiten de modo general, especificando que el término riesgo se refiere únicamente desde el prima del crecimiento y el desarrollo:

Sin riesgo y/o beneficiosos: ciclismo, natación, balonmano, basket, patinaje...

Términos merecedores de debate: squash, danza clásica, gimnasia en suelo, tenis, equitación, esquí, judo, esgrima,...

De riesgo: fútbol, salto de trampolín, halterofilia, esquí nautico, wind surf...

Ponte en contacto con los profesionales del RCTSS o consulta a tu médico de confianza ante la más mínima duda. ¡El deporte es salud!




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